Wednesday, March 27, 2013

Un Chile que se debate entre las luchas por sus derechos, la represión de un Estado inmoral, regido por magnates y el lucro…


...pero donde hay ejemplos crecientes de dignidad y esperanzas.

Hay un documental importante, Chile se moviliza: Temulemu, que ilustra la realidad y las luchas Mapuche en este país.  Ayuda a entender mejor las luchas de las comunidades contra el poder organizado, la represión brutal de la dictadura y sus crímenes impunes, los que han sido cubiertos y continuado con los gobiernos centro-derechista de la Concertación y, ahora, con el rebrote de un gobierno de los magnates y pretendidos “dueños del país” de la Alianza derechista. El vídeo pone en juicio la violencia contra todo lo que es Mapuche. Violencia racista en apoyo a las forestales, a los magnates y a los miembros de un poder civil de gobiernos basados en una Constitución ilegítima, nacida en dictadura y mantenida por gobiernos que se dicen democráticos y justos pero que reproducen el modelo de la dictadura y aumentan el DESPOJO al pueblo Mapuche. Vemos que persiguen a los niños, encarcelan a su juventud en forma continuada y, usando un aparato represivo, un poder judicial cómplice y gobiernos coludido para la usurpación de las tierras Mapuche. La juventud Mapuche languidece en las cárceles y se enfrenta a los intentos de ser destruida por la represión. Un país lamentable en su realidad actual que ve a los magnates aumentar sus fortunas y, con ello, asegurar una inequidad aún mayor. La única inversión que le permiten al Estado es aumentar las fuerzas represivas. Todo el resto ha sido privatizado para mantener el lucro inmoral que es el signo actual del Chile de hoy. Pero no el de mañana. 

En lo que se refiere al pueblo chileno y la sociedad civil, los gobiernos y grupos partidarios han demostrado –tanto la Concertación, pretendidamente progresista, como la Alianza, que juega a ser democrática- tener como intereses centrales aumentar las riquezas de unos pocos magnates (Luksic, Angelini, Matte, Piñera, Paulmann, y otros pocos más que, asociados al poder usan el aparato policial represivo, una Constitución inmoral, hecha en dictadura y reforzada para reprimir) Los presidentes post-Pinochet, –todos- coludidos por el poder han vendido y venden el país entero. Además, han destruido el medio ambiente y comprometido el futuro del país entero, de su futuro y de la calidad de vida de los jóvenes. Los abusos que hemos vistos visitando comunidades, visitando cárceles donde tienen hacinados, humillados y frustrados a todo un pueblo son muestras de un acto permanente de acciones inhumanas, al servicio de magnates y de empresas que, al controlar las minas y privatizar las enormes riquezas mineras que fueron nacionalizadas,  han impedido el desarrollo de todos los pueblos en forma democrática, justa, con equidad y verdadera justicia. En una lista incompleta se ha apropiado de la energía, el agua, las tierras, el mar, la educación, la pesca, la calidad del aire y medio ambiente, la educación, la salud, el comercio ventajista y especulativo, el poder financiero y los bancos que empobrecen al país entero. Un triste mundo de inmoralidad y abusos es el que muestra este país del extremo sur de América Latina: todos los pueblos de Chile y la sociedad civil reconocen esta realidad como injusta, que da ventajas obtenidos con represión y por dirigentes que todos, de alguna forma, se enriquecieron postergando las necesidades de los sectores más necesitados y el futuro de la mayoría. Estos pueblos, ellos  – con su trabajo, su esfuerzo y una pobreza impuesta y sus sufrimientos indecibles – son la base de la riqueza de unos pocos. La realidad es, como lo demuestra este Estudio que muestra que el ingreso per cápita del 1% más rico es 40 veces mayor que el ingreso per cápita del 81% de la población Chile, el mejor país del mundo si usted es un súper rico.  http://ciperchile.cl/wp-content/uploads/riqueza-298x200.jpg

El vídeo Chile se moviliza: Temulemu, http://www.youtube.com/watch?v=vYaeocPz1OA  es la primera parte de una serie que refleja una realidad de engaños, crímenes legalizados y en los que los poderes económicos han tenido libertad total para controlar a los gobiernos, saquear al país, usar los poderes de leyes ilegítimas y reprimir a cada gesto que signifique exigir el respeto de los derechos de todos los sectores humanos y sociales de las grandes mayorías que viven en este país. El caso puntual en este, es la represión del pueblo Mapuche y las luchas que este desarrolla sin descanso.

He vuelto a visitar las cárceles junto con otros defensores de los derechos humanos por las tierras del pueblo Mapuche. Todo dirigente Mapuche es perseguido: él y su familia. Estuve con dos Machis: Celestino Córdova, baleado al ser perseguido y preso en Temuco. Ha sido “imputado” sin evidencia alguna, en el crimen del matrimonio Lucksinger-McKay en Vilcún, en enero de este año. Córdova es atacado por ser una autoridad Mapuche que identifica y promulga los derechos de su pueblo. Nada distinto es el encarcelamiento, en la fría cárcel concesionada de Valdivia, de la joven (22 años) Machi Millaray Huichilaf, a quien le impiden sus derechos como pueblo indígena. Ambos presos y todos los detenidos Mapuche sufren de la violación por el Estado, del convenio 169 de la OIT en lo que se refiere a los conflictos que puedan existir con el pueblo Mapuche. A esta Machi se la acusa, como siempre, de actos delictuales cuando la razón es que se opone, ella y su comunidad Huilliche, a la instalación destructiva de las Centrales Hidroeléctricas de Pilmayquén. Una vez más vemos la colusión del Gobierno, la represión, el aparato de Justicia y el poder económico.  
Con organismos de derechos humanos y personalmente hemos visto humillaciones impuestas, violencia y soberbia del poder.  Unos comentarios preliminares han sido mencionados por Radio Universidad de Chile: http://radio.uchile.cl/noticias/201732/ Pero también he visto la luz y la dignidad de un pueblo que lucha y confía en la razón de sus demandas históricas. Un joven luchador Mapuche, bien dice: “tenemos el derecho a luchar en un país ocupado”. (Ramón Llanquileo, al momento de ser capturado en el inicio de su protesta clandestina ante los  juicios inmorales, y en los que se cometieron todo tipo de violaciones al Debido Proceso fueron hechos para su condena y la de sus hermanos. Esta información se puede leer en el diario El Mercurio, en su edición del Martes 26 de Marzo 2013) La fabricación de “evidencia” por ese diario, es una obra maestra de mentiras de un sistema represivo, “a la chilena”, que diseña este gobierno inspirado en las ideas y métodos de la dictadura. También, por supuesto, podemos ver que las luchas de todos los sectores de un país que creen en su destino y en sus derechos son tratadas del mismo modo. En el largo plazo, sin duda, estos triunfarán, a pesar de las colusiones inmorales que plagan el diario vivir: los electoralismos burdos y ajenos a la democracia más elemental. Estos luchadores, todos ellos, son la garantía de un país fraterno que se va forjando. Desde los estudiantes a los pescadores, desde los niños heridos a bala por la represión hasta los mineros; por las comunidades cuya calidad de vida empeora pero que saben mirar a través de la contaminación y pueden ver cielos fraternos y de esperanzas. A pesar de la farándula electorera que sólo sirve a las grandes fortunas e intereses mezquinos que lo dominan, Chile identifica tareas colectivas fundamentales: hacer una Constitución moderna y justa, hecha por todos los chilenos y no por un parlamento coludido y diseñado para mantener una sociedad injusta como la actual. Es así que los sectores de toda la sociedad, con sus luchas, son la única garantía de avanzar para que sus derechos de ayer, de hoy y de mañana, es decir, los de las generaciones futuras, se puedan cumplir. Estas luchas son los ejes centrales para un país de hermanos y el fin del control por especuladores y bandidos de todo tipo que asolan nuestras tierras.

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